domingo, 6 de julio de 2008

Porque no se puede esperar que el resto haga algo.

"¿Conocéis la historia de los 113? Me la contó un amigo con ocasión de las felicitaciones navideñas:

Hay quienes hacen algo,
hay quienes no hacen nada.
Hay tres que hacen algo.
Hay diez que dan conferencias
sobre lo que hacen los tres.
Hay cien que dan conferencias
sobre lo que dicen los diez.
Lo que sucedió fue que uno de los ciento diez
acabó por explicar la manera de hacer algo a uno de los tres.
Entonces uno de los tres, interiormente exasperó
(y, exteriomente, sonrió)
pero calló, porque no estaba acostumbrado a hablar.
Además, tenía algo que hacer.
"


(Etchegaray, 40)

Etchegaray, Roger. Verdadero Dios y verdadero hombre